Institución del querellado
Delito investigado
Lugar del evento
Fecha del evento
Relato de la querella
El día 21 octubre, alrededor de las 21:15 horas, J.I.D.C. se encontraba en la calle Manuel Rodríguez con Blanco Encalada, protestando de manera pacífica con los y las manifestantes que se congregaban en los alrededores de la Plaza Dagoberto Godoy.
Señala que se encontraba protestando con un grupo de adultos mayores, trabajadores, jóvenes, entre otros, cuando de improvisto se acerca rápidamente una turba de personas corriendo. Detrás de ellos venía Carabineros disparando tanto lacrimógenas como escopetas de manera indiscriminada a todas/os los manifestantes. Refiere que debido a esto comenzó también a correr hasta que –en la intersección de calle Patricio Lynch con Lautaro- le llegó un disparo de balín de goma en la pierna derecha y no pudo correr más, sintió muy adormecida la pierna lo que a su vez provocó que se le torciera el tobillo, lesión secundaria al impacto de perdigón recibido.
Relata que en ese momento llegaron militares y carabineros y les encerraron en Patricio Lynch acorralándoles hacia la pared, amenazándoles de muerte a él y a otras 50 personas aproximadamente, poniendo sus armas de fuego contra sus cabezas al mismo tiempo que el carro lanza agua les lanzaba agua directamente a ellos. Posteriormente les echaron gas pimienta en la cara.
Mientras todo esto ocurría una persona dijo a viva voz que llamaran a sus familias para relatarles que se encontraban en una situación de peligro. A raíz de eso J. envió un mensaje de audio a su conviviente para advertirle lo que estaba pasando, sin embargo, debido a lo álgido del momento sólo alcanzó a decir que lo habían “agarrado”. Junto con eso también le envió su ubicación en caso de que se agravara la situación.
En un momento de descuido de carabineros y militares, aprovechó y huyó del lugar, haciendo un recorrido de aproximadamente ocho cuadras, cojeando, por la calle Balmaceda hasta llegar a calle Pietro Nte. mientras el personal de carabineros y militares perseguía a todas/os quienes andaban por ahí, disparando balines de goma y perdigones indiscriminadamente.
Señala que por temor no quiso realizar constatación de lesiones. De hecho, luego de la vulneración sufrida –y por recomendación de su sicólogo- debió salir de Temuco durante unas semanas para reponerse del trauma.