Hombre Chileno 29 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Tortura
  • Lugar del evento
  • Purranque
  • Fecha del evento
  • 21-10-2019, 19:00 hrs.

Relato de la querella

En el contexto de las múltiples manifestaciones y uso de la fuerza en contexto de la función policial que vive nuestro país, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, tomó conocimiento de los siguientes hechos ocurridos en la ciudad de Purranque.

Que el día 21 de octubre de 2019, la víctima E.U.O. señala que se dirigió a la manifestación pública convocada en la ciudad de Purranque, de la cual se enteró a través de la red social Facebook. Señala que a eso de las 19:00 horas se traslada a la plaza de la ciudad, donde se encontraba un grupo de personas protestando y haciendo ruido con cacerolas, en la que pudo identificar niños, ancianos y adultos de diversas edades.

Señala que la marcha se dio un par de vueltas por las calles de Purranque, para luego dirigirse hacia la Ruta 5.

Indica que en el lugar la manifestación, que él calcula de alrededor de mil personas, se detuvo para cortar el camino en la Ruta 5, donde se mantuvo la gente, e incluso se produjo un partido de voleyball entre quienes se encontraban en la ruta de norte a sur y de sur a norte, utilizando como media cancha las barreras de contención.

Luego, por un solo lado de la ruta proceden a caminar hacia el norte, pasando por la caseta de peaje de la entrada a Purranque, con la intención de impedir que los 3 camiones ingresen a Purranque, pero finalmente no se hizo nada. En ese momento, señala que gente desconocida empezó a tirar piedras a la caseta del peaje de ingreso, situación que se extendió por unos minutos hasta que llegaron dos carabineros en motocicleta. Señala que la gente empezó a dispersarse y a dirigirse hacia el lado del “barco”, que se ubica en una pampa en una segunda entrada de Purranque. Allí, caminamos con el resto de la gente por el descampado, hasta que E. se encuentra con un funcionario policial en la oscuridad, a quién no logra verle el rostro, pero señala que iba con casco y con ropa anti motín, por lo que presume que pertenecía a Fuerzas Especiales, o bien, a equipo G.O.P.E.

El funcionario lo habría sujetado del cuello, de frente, momento en el que la víctima lo sujeta de la muñeca señalándole que no lo golpee, ni al resto de la gente. En ese momento, el funcionario habría sacado su bastón de servicio, golpeándolo en la cara, mientras la víctima trataba de cubrirse el rostro. Señala que luego llegaron más carabineros, uno de los cuales lo sujeta por detrás, introduciendo sus manos en su boca y halándolo de esta forma hacia atrás.

Producto de este movimiento señala haber caído al suelo, donde le dieron vuelta para intentar esposarlo, forzándole los brazos, ejerciendo mucha fuerza. En ese instante, y al encontrarse él en el suelo, proceden a darle patadas en la cabeza y golpes de puño, logrando finalmente esposarlo, indicándole “¿no te gusta andar webiando?”, a lo que él no podía hablar debido a las múltiples patadas que le habían propinado. Señala no haber identificado la cantidad de Carabineros que lo golpearon, pero serían alrededor de cuatro, ya que veía muchos brazos y piernas que lo golpearon.

Luego de ser esposado y sin que se le leyeran sus derechos, llegó un vehículo de Carabineros, de tipo furgón. Hasta ese momento, los funcionarios de Carabineros no le señalaron el motivo de su detención. Fue trasladado a la Comisaría de Purranque, y en el trayecto, verificó que iban montando más gente detenida, pero no pudo determinar cuántas ya que estaba muy oscuro. Señala que una vez llegaron a la Comisaría, intentó verificar en qué lugar se encontraba y si los funcionarios estaban identificados, pero no pudo ya que en cuanto se abrieron las puertas del móvil le dijeron que debía agachar la cabeza. Allí con la cabeza gacha fue dirigido al interior de la Comisaría, donde se le indicaba “ya camina para allá” o “dobla para acá y camina rapidito”, para arribar finalmente al sector de calabozos.

Señala que en el lugar se encontró con alrededor de 21 personas, y en el transcurso de la noche fueron liberando gente hasta quedar 10 hombres en una celda, en otra mujeres, y en otra menores de edad. Señala que en ningún momento se les leyeron sus derechos, pero que durante el transcurso de la noche un Carabinero le llevó un documento para firmar, sin embargo debido a su condición no pudo distinguir el documento así que se negó a firmarlo.

Sin tener claridad si fue antes o después de este evento, señala que lo llevaron al Hospital de Purranque a constatar lesiones, donde fue atendido por una profesional mujer, quien lo examina y a quién señala que siente una fractura de nariz. La profesional le examina la mandíbula, le pide que abra la boca y le palpa los pómulos y la nariz. La doctora le señala que en razón de su condición, se le ordenaría la realización de una radiografía, sin embargo, ese documento es entregado a Carabineros que conducen a la víctima, a quién reconoce como Carabinero “normal”, por lo que infiere que pertenece a la Comisaría y descarta que fuera de quienes lo golpearon.

Desde el Hospital fue trasladado de vuelta al calabozo de la Comisaría, donde logró dormir algo, hasta que a eso del mediodía (por lo que logró escuchar de unos funcionarios), los trasladan a unas oficina, les dijeron que firmaran tres papeles, y fue trasladado al Tribunal. Allí una abogada le consulta si sabe por qué está detenido, y él le contesta que no, para luego realizar la denuncia en audiencia de lo que le había ocurrido con Carabineros.

Una vez finalizada la audiencia, es puesto en libertad y se traslada al Hospital de Río Negro, ya que mantenía dolor en los dientes de abajo y al tocarse con la lengua sentía que no tenía los dientes del mismo tamaño, así como astillados o con filo. En el Hospital lo atiende un doctor a quien cuenta lo que le pasó, quien le dijo que le podía entregar el documento de atención que recibió en Purranque, ya que no tenía sentido hacer uno nuevo, y le otorgó un documento para realizarse radiografía al relatarle las patadas que había recibido en dientes y cara.

Señala que luego del evento se ha mostrado sintomático, con náuseas, dolor de cabeza y fiebre. Manifiesta además tener tres dientes fracturados y múltiples lesiones en la cara, cabeza, pierna y labio interior.

El dato de atención de Urgencia del Hospital de Purranque indica al examen físico “equimosis bipalpebral bilateral, aumento de volumen y dolor a la palpación tabique nasal, restos hemáticos en ambas fosas nasales, excoriación y aumento de volumen mucosa labial superior izquierda, pierna derecha con excoriación lineal de 1 cm en cara anterior. Diagnóstico: Contusión. Lesiones leves en evolución”. Respecto al Dato de Atención de Urgencia emitido el día 22 de octubre durante el día en el Hospital de Río Negro, señala “al examen, se observan mismas lesiones que previamente descritas, sin signos de compromiso óseo evidente. Destaca en relación a incisivos inferiores izquierdos, fractura dentoalveolar que impresiona con compromiso de dentina, así mismo en incisivo lateral izquierdo. Con heridas erosivas circulares en ambas muñecas”, concluyendo como diagnóstico traumatismo dento alveolar, catalogado como grave.

En los hechos las conductas descritas constituyen el delito de tortura del artículo 150 A del Código Penal, recientemente modificado, cometido por funcionarios de Carabineros de Chile.