Relato de la querella
Según lo relatado por la victima de iniciales B.I.D.J. de 15 años de edad, el día 18 de enero de 2020, a las 00:45 horas aproximadamente, se encontraba junto a amigos dentro del Condominio Los Alelíes II, ubicados en Avenida Héroes de la Concepción, Iquique. Refiere que afuera de dicho Condominio se desarrollaba una manifestación, todo dentro del contexto de las movilizaciones que se llevan a cabo a nivel nacional.
En el lugar había presencia de FF.EE de Carabineros, y enfrentamientos entre estos y los manifestantes. La víctima indica que los Carabineros comenzaron a lanzar 2 bombas lacrimógenas hacia el interior del Condominio donde se encontraba, impactando una bomba lacrimógena en una ventana del tercer piso de uno de los edificios, quebrando el vidrio. En ese momento una vecina le comenta que habían solicitado una medida de protección a la Fiscalía y que contaban con una orden de alejamiento que impedía que Carabineros hiciera ingreso y que se quedara tranquilo porque no podrían entrar al Condominio, dicho comentario generó tranquilidad en la víctima, quien continuó observando la manifestación.
La víctima refiere que llegaron hasta el lugar dos buses de Carabineros y que desde su interior descendió un gran número de funcionarios, ingresando todos ellos por la entrada principal al Condominio Alelíes II, por Avenida Héroes de la Concepción, y que a su vez por el segundo acceso ubicado en Pasaje Errázuriz Sur bloqueaban la salida dos patrullas de Carabineros. Denuncia que tras el ingreso del personal policial, estos comenzaron a disparar bombas lacrimógenas y perdigones, tornándose irrespirable el aire, por lo que muchas personas incluida la víctima intentaron salir del recinto, momento en que es detenido por un funcionario policial quien le pegó con su bastón de servicio e intentando ahorcarle con la máscara de antigases que llevaba puesta el adolescente, cayendo al piso, siendo rodeado por funcionarios policiales. Posteriormente, otro funcionario lo tomó del pelo y comenzó a tirárselo, tratando de empujar su cabeza hacia el suelo, mientras la victima gritaba que era menor de edad, manifestando los funcionarios policiales que ello no les importaba. Lo subieron a una patrulla donde habían tres personas más, acercándose un Carabinero que lo grababa con un teléfono celular, quien además le ordenaba que dijera ante la cámara que él estaba lanzando bombas molotov, todo lo anterior, mientras otro Carabinero apuntaba a la víctima con una escopeta en la cabeza, amenazándolo de muerte sino obedecía. Pese a la insistencia y amenazas de los funcionarios policiales, la víctima no cumplió con la orden.
La víctima fue esposada y trasladada a otra patrulla, en ese momento lo amenazaron diciéndole “a estos pendejos culiaos debiéramos matarlos a todos”, “…que si anday tirando hueas, te pegaremos”, lo que provocó temor en la víctima pues entre los manifestantes circulaba el rumor de que a los menores de edad, los Carabineros les pegaba y que luego eran dejados en el sector de playa Cavancha.
Fue llevado a la Cuarta Comisaría de Iquique, donde debió esperar largo tiempo esposado en una banca, mientras oía que los tres Carabineros que lo habían golpeado trataban de buscar excusa por las agresiones realizadas, culpándose entre sí al verificar que era menor de edad, insistiendo en que debían culparlo de algo, para eximir su responsabilidad.
Luego fue trasladado a Centro de Salud Familiar Videla de Iquique para constatar lesiones, sin recibir copia de dicha constatación. Denuncia que en dicho trayecto los funcionarios policiales bebían cervezas y que una vez que bajó del carro policial, estaba el Carabinero que le obligaba a autoincriminarse, quien preguntó en tono de burla, “¿qué dijo el niñito en la constatación?”, obligando a que dijera que había dicho al médico en la constatación. El mismo funcionario se burló de la víctima por llevar las uñas pintadas de color negro, tratándolo de “maricón”, y lo amenazó diciendo que donde lo viera lo iba a tomar detenido y que todos terminaban en “cana”.
Permaneció hasta las 04:30 de la madrugada en el calabozo de la Cuarta Comisaría de Carabineros de Iquique, siendo posteriormente dejado en libertad, sin que fuese controlada su detención. La víctima señala que sintió miedo durante la detención, sintiéndose torturado y temiendo por su vida.
En los hechos, las conductas descritas constituyen el delito de tortura del artículo 150 A del Código Penal, recientemente modificado, cometido por funcionarios de Carabineros de Chile.